MI LIBRO DE OTOÑO

Mi libro de otoño,
mi libro de otoño
transita el silencio
de algún pensamiento
cuando estoy conmigo
bebido de tiempo
y en el horizonte
frontal del espejo
rebota la frente
de mis años viejos
y mis años nuevos,
y el prólogo eterno,
inconcluso y cierto
suspende un momento
la letra redonda
y transita el sueño
de páginas hondas
crecidas de anhelos,
estíos y cierzos.

Es una paloma
de papel cuaderno
mi libro de otoño,
callado y austero.

Mi libro de otoño
marca mi destierro
de las arrogancias
de todo lo incierto,
de las falsedades,
de los desalientos,
de la muerte oscura
de quien roba cielos
sin ver que de abajo
se aprecia el lucero.

Mi libro de otoño
es hermoso y lento;
historias humildes,
aves sin encierro,
dolores que pasan
sin odas ni premios,
sin odios marrones
que opacan el cedro
de los que se alejan
epílogo adentro.

Mi libro de otoño
transita el silencio
de mi pensamiento
cuando estoy conmigo
bebido de tiempo.

Quiero que lo leas,
no es simple, lo entiendo,
te dará en la cara
todo el sol de enero
lastimado el aire,
penderá en rocío
para que tus ojos
brillen al leerlo.

Mi libro de otoño,
todo lo que tengo,
humilde paloma de papel cuaderno,
callado y austero.

Tiene una carilla
con un punto al centro;
la dejé ex profeso
para que tu mano,
o quizá tu beso
le escriba las letras
de todo mi tiempo.

Mi libro de otoño,
mi libro de otoño
cerrará con eso.

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