LA OFRENDA DEL TROVERO
Vals

Alberto H. Acuña

            I

Cuando en las madrugadas las brisas mañaneras
me traen las armonías de una vieja canción,
Igual que las glicinas de las enredaderas,
yo estoy en tu ventana temblando de emoción.
Es que tengo en mis manos el ramo perfumado
de flores que he juntado tan sólo para ti,
para que todas ellas te cuenten afanosas
las horas venturosas que a tu lado viví.

        II

Te traje margaritas, claveles, azucenas,
Acacias y verbenas, jacintos, mirasol,
camelias, amapolas, campánulas, violetas,
geranios y mosquetas, narcisos y cedrón.
Te traje tulipanes, fresias y marimonias,
diamelas y magnolias, pensamientos y azahar,
achiras, crisantemos, orquídeas, blancas rosas,
y la flor misteriosa que da el mburucuyá.

            III

Mañana en tu ventana encontrarás las flores
que mis tiernos amores te dejan con fervor
y cuando las contemples no olvides bienamada,
que bajo tu mirada latiendo está mi amor.
Asómate y escucha en medio de esta calma
la dicha que mi alma te ha querido expresar,
asómate bien mío, asómate que quiero
que escuches al trovero que te vino a cantar.

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