HOMBRE  Y  CRECIENTE - Chamamé

Letra: Adolfo N. Cabral
Música: Antonio Tarragó Ros

Ha crecido el río piel marrón, qué pena
anegando el rancho y el vivir costero
pero Don Argüello que ha perdido todo
no se quedará.
Le llevó cosechas, sueños de naranja
la vieja esperanza de sentirse dueño
de un milagro tierra que tuvo en sus manos
para comenzar.

Pero el agua nuestra
le pondrá de azahares
la sonrisa nueva
en su caminar.
Pero el agua nuestra
vestirá su sangre
con algún celeste
tiempo de canción.

La peor crecida, la que más nos duele
la que hiere al niño y la paz de siempre
le toca al compadre que se va en las hachas
siempre a comenzar.
Volverás al alma del tabaco antiguo
a juntar los vientos de un quebracho con silbos
y tendrás un pueblo, un hijo y monte
para inaugurar.

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