El ENTIERRO DEL ANACLETO - Chamamé

Usté se acuerda don Rigoberto
que hace un tiempito, nomás, murió
el pobrecito del Anacleto
al que bajaron como a un gorrión.

Se habrá enterado del despiporro
que en el velorio nomás se armó,
pero si hacemos la comparancia
lo del entierro fue mucho pior.

De entrada ya se armó flor de entrevero
porque se mamó el cochero
y al chiquero fue a parar.

Entonces al finadito lo metieron
en el carro de los chanchos
para poderlo llevar.

La viuda se sentó por la culata
y arriba de una chata
se subieron los demás.

Cargaron el vino y las empanadas
y pa´l la´o el campo santo
empezaron a rumbiar.

Cuando pasaron frente al boliche
La Jorobada, la que se armó.
El maturrango acostumbrado
en el palenque se les echó.

Se armó el desbande con los dolientes
la polvareda pa´l mostrador,
y hasta el matungo se ligó un trago
y como chiquete se levantó.

Tardaron más o menos cuatro días
en llegar al campo santo,
no les quiero exagerar.

Resulta que al cajón se lo dejaron
olvidado en un boliche
y no se acordaban cuál.

La viuda que quería despedirse
del finao, abrió la tapa
y ahí nomás la que se armó;
adentro del cajón estaba el gato
y saltó con el dijunto y en un árbol se subió.

Estuvo una semana y el finao
como no quedaba nadie ... solito se enterró.

E.Peiretti-R.Palmer.

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