El comedido

El domingo por la tarde
fui pa´ casa e´ los Videla
estaba el moncho con la abuela
y el Ramón con su cuñao.

Discutían de lo lindo
y bastante acalorado
comedido y muy porfía
yo me metí pa´ apasiguar.

No me dieron tiempo a nada
el Ramón gano la puerta
y ya me agarró la tuerta
con el palo de amasar.

Me tiraron una silla,
me abollaron dos costillas,
me metí bajo la mesa,
me patearon la cabeza.
Disparé pa´l lado de la abuela
que trompió fuerte mi muela
cuando fui a sacar el fierro
se me vino al humo el perro.

Escuchame bien che amigo
un consejo te voy a dar
no te hagas el comedido
porque siempre sale mal.

Pasó todo tan ligero
que yo ni cuenta me daba
bien dispuestos solloraban
y me pedían perdón.

Casi dejo mi osamenta
por meterme a comedido
me dejaron más fruncido
que el fuelle de mi acordeón.

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