EL BERRERO

Se llamaba quien lo sabe y de saberlo es igual
se llamaba quien lo sabe y de saberlo es igual
solía andar haciendo noche a la orilla del canal
o al pie del embarcadero aguantando el temporal
Solía bajar de la sierra detorquiozándo un garay
con el lomo bien redondo de yuyitos de por ahí
pa´ l daño la culebrilla o el grano que no se caí
Pa´ los dedos con uñero, traía el palampalal
pa´ los dedos con uñero, traía el palampalal
pero el mejor de los yuyos que aguas abajo se van
es un berro parejito del arroyo crumalal.

Pa´ unos era el berrero, pa´ otros croto nomás
que a veces el mal agüero solía curanderiar
y más de alguna empachada alguna vez lo fue a hablar
En aquellos años negros de los que yo puedo hablar
diez centavos de cogote eran pa´ echarse a bailar
y el que no tenía trabajo tenía piojo pa´ rifar
Hambre lindo era aquel hambre que no dejaba pensar
uno diva pa´ adelante y siempre quedaba atrás
hambre lindo era aquel hambre y hace poquito nomás
Berrito a cinco el atado pa´ medio Brasil alcanza
del mostrador a un costao pa´ no tapar la balanza
pasaba el día sentado gorgoriándole la panza.
Cuando llegaba el invierno en de Saavedra o Pigüe
cuando llegaba el invierno en de Saavedra o Pigüe
echaba el mono en un carga de esos que ya no se ven
un salamín y un atoro, aija poncha y métale.
Salía de ajuera pa´ adentro por la vía espartillar
Salía de ajuera pa´ adentro por la vía espartillar
a veces pasaba un tiempo por cascada o más acá
o en el puente la ventura braziando un bagre al azar.
Los trenes son de nosotros y los caldenes también
los trenes son de nosotros y los caldenes también
a veces tiraban leña los fogoneros del tren
pa´ que calienten las patas los del sur de güanquele
Nunca ´e nombrau´ a mi pago ahora sí que lo nombré
Nunca ´e nombrau´ a mi pago ahora sí que lo nombré
tanto amagarle un halago y al final me le animé
por la leña que tiraban los fogoneros del tren.

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