Comentario de Cucho Marquez:
En el agitado panorama político latinoamericano de los años sesenta, el folklore no podía estar al margen de las ideologías y surgió la canción de protesta, que intentaba denunciar las injusticias de la sociedad.  Fue principalmente un canto de poetas y cantores de izquierda como el chileno Víctor Jara, el uruguayo Daniel Viglietti o el propio Horacio Guarany. 
Pero curiosamente, esta bella zamba de Ferrari está escrita desde el otro punto de vista ideológico y es un ataque directo a las fuerzas de izquierda en Uruguay, que pretendian imponer las ideas foráneas de subversión -esa REVOLUCION EN LA REVOLUCION sobre la que había teorizado Regis Debray- como un modelo a exportar para el Continente americano. La zamba no tardó en ser contestada por sus adversarios, con el vals criollo ESTA DISCULPADO, que no tuvo el mismo éxito artístico del tema anterior. 
Hoy que ya se han enfriado algo las ideologías, el muro se ha derrumbado y la "revolución" quedó estancada en Cuba, la zamba cobra un nuevo sentido y se ha convertido en una reivindicación del folklore popular, frente al foráneo. O al menos, así me lo parece.


DISCULPE - Zamba

(*) del folklore uruguayo

Letra y Musica: Hugo Ferrari

        Disculpe si no entiende lo que canto
        tal vez hablamos lenguas diferentes.
        Usted reniega siempre de estos pagos y yo,
        y yo quiero y admiro a nuestra gente.

        Usted siempre derrocha madrugadas
        hablando de los cielos de otras tierras.
        En cambio yo comienzo mi jornada 
        contento de estar bajo estas estrellas

        Disculpe si no me entiende
        Disculpe si no lo entiendo
        Usted habla por la boca de otra gente y yo,
        y yo soy solo el eco de mi pueblo

        Disculpe si lo digo a mi manera
        usted siembra rencor y yo esperanza
        Usted envidia de otros su bandera y yo,
        y yo quiero a mi celeste y blanca

        Yo soy como el hornero y me retobo
        mi Patria es mi nido y la defiendo
        En cambio ustedes son como los tordos
        que quieren empollar en nido ajeno.

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