COYA MUERTO EN EL INGENIO
(Raúl Galán - R.Valladares)

Apenas se durmieron los cebiles
la noche derramó su brujería
y ya lo están llorando los candiles.

No era mas que un cardón que caminaba.
No era mas que un cardón con sus espinas
y la flor milagrosa que lo honraba.

Largo tiempo soñó con las quebradas
cuando luego las fábricas del llano
molieron sus fatigas y jornadas.

Que bajen a rezar las Tres Marías
y que el ángel Fidel que lo guardaba
le cante las mejores letanías.

Cómo lo han de llorar los carnavales,
lo extrañarán a fondo sus quebradas
y las carpas de diez cañavarales

Se murió sin querer, casi forzado
y vino el capataz rompiendo vales
a dejarlo cesante por finado.

Pero ya se durmieron los cebiles
y en la negra capilla del boliche
sollozan tartamudos los candiles.

Que bajen a rezar...

Volver al Indice