COPLAS DE LA SERENATA

De: Celi Bautista
Febrero de 1999

Veinticinco años cumplo
la fiesta estoy esperando; 
mi piel tostadita dice
que de niña poquito va quedando.

Arnaldo Etchart fue mi padre 
mi madre una guitarra;
mi esposo estoy buscando 
entre toda esta gente bizarra.

Perdiguero me bautizo,
de Los Nocheros me enamore,
con Los Chalchaleros me estaba yendo
y en Los Medanos me quede.

Mi cuna fue esta 
vieja Bodega Encantada;
y mi casa comienza 
en los paisajes de La Quebrada.

Desde muy chiquita 
con Patero me alimentaron, 
con Torrontes me anuque y, 
con Mistela me enamoraron.

En mi adolescencia 
de este Valle me quisieron sacar; 
me escondi en El Divisadero 
y no me pudieron encontrar.

Todo el año me paso
mi garganta preparando; 
para que llegado el Carnaval 
pasarme toda la noche cantando.

Madurita como mis uvas 
por un buen mozo esperando; 
para que en sus labios 
despacito me vaya saboreando.

Cafayate me vio nacer 
y entre los viñedos creci, 
madure en los toneles 
y en Cafayate he de morir.

Muchas veces durmiendo 
en La Alameda me encontraron, 
me despertaron las cajas 
de las bagualeras cantando.

Cuando termine el verano 
y el Chuscha se vaya secando; 
ya todos se habran ido 
solita me quedare llorando.

Esta poesia fue escrita con motivo de las Bodas de Plata de la Serenata a Cafayate, Febrero de 1999. 

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