Pedrito Hallao

Vista tumba Pedrito HallaoFue éste un niño recién nacido, que se encontró en un portón del Cementerio del Norte (uno de los más humildes y antiguos de Tucumán) a principios de siglo.
Otra vista Tumba Pedrito Hallao Era entonces costumbre, entre la gente tucumana, hacer reuniones cuando moría un niño pequeño ("velorio del angelito"), para velarlo, y así ocurrió con Pedrito. Pero como no conocían el nombre verdadero del pequeño (si es que alcanzó a tener un nombre), y era el día de San Pedro y San Pablo, le pusieron de nombre Pedrito y de apellido "Hallao" ("encontrado").
La gente consideró - a partir de entonces - que hacía milagros, y comenzó a pedirle favores y a brindarle ofrendas: "cuadernos, piernitas de plata, un montón de cosas y hasta alcancías", contaba una persona en el cementerio.

Volver