PUEBLITO VIEJO

Lunita consentida, 
colgada del cielo, como un farolito, 
que puso mi Dios,
para que alumbraras las noches calladas
de este pueblo viejo de mi corazón.

Pueblito de mis cuitas, de casas pequeñitas 
por tus calles tranquilas 
corrió mi juventud,
por ti aprendí a querer, por la primera vez 
y nunca me enseñaste, lo que es la ingratitud.

Hoy yo vuelvo a tus lares
trayendo mis cantares
y con el alma enferma 
de tanto padecer,
quiero pueblito viejo 
morirme aquí en tu suelo
bajo la luz del cielo 
que un día me vio nacer.

Pueblito de mis cuitas...
Hoy yo vuelvo...

José A. Morales.

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