IDILIO CAMPERO
Milonga



Es la tarde y bajo el cielo
de un encantador paisaje
cruzan las aves en viaje
los surcos del patrio suelo.
Levanta un mirlo su vuelo
alegremente aleteando
y allá a lo lejos pasando
como una sombra que inquieta,
se ve una vieja carreta
por la huella rechinando.

El sol sus besos de plata
vuelca esta tarde de estío
y majestuoso en el río
un viejo ombú se retrata.
Muy cerca de él en la grata
tarde que a gozar convida
un gaucho a su prometida
que es una criolla traviesa
la alaga con la promesa
de una dicha indefinida.

Y ella sintiéndose amada
por su paisano arrogante
de cariño rebosante
lo envuelve con la mirada.
El la ve ruborizada
y en espasmos de embeleso
quiere calmar el exceso
de su querer tan ardiente
y acercándose, en la frente,
de la criolla imprime un beso.

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